BOLIVIA TAMBIÉN HACE CINE
Una boliviana ganó un Goya a la Producción Audiovisual, la estatuilla de bronce es el galardón del trabajo y esfuerzo que Daniela Cajías imprimió en “Las Niñas”, también es el premio a un país cuyos gobernantes no apoyan el Cine ni otras artes, y menos a las mujeres. Pensar en un país que produce Cine con el sostén propio, es pensar en sus artistas que van arrancando de su propio sustento el pan que se convierte en un rodaje falto de apoyos y reconocimiento.
AdeCine -desde su Fundación- buscó medios y modos de favorecer a sus asociados creadores de un cine pujante. Antes de eliminar el Ministerio de Culturas, el fondo que tenían ganado la perdieron, y los lazos construidos con otros países para la participación en Festivales de Cine fueron canceladas por ya no ser Bolivia parte de los Circuitos de Ibermedia. Las inversiones efectuadas llevaron al fracaso a grandes productoras, y la pandemia aportó con lo suyo para el cierre de las mismas.
El arte siempre fue -para todo gobierno- un problema que se debe acallar, y fueron el teatro, la danza… el cine, un mecanismo de conciencia y educación, bajo su construcción histórica y de protesta nacieron filmes que reflejan hasta hoy la realidad de la vida y de su sociedad. La pandemia no paralizó a estos gestores, y en pleno confinamiento se siguió construyendo para dejar un legado a la historia del Cine boliviano.
